Las primeras comidas
El pollo es una de las aves más consumidas y su carne, una de las más magras. Es tierna, sabrosa y fácil de digerir por su bajo contenido en grasas, por eso suele ser la primera que se le da a probar al bebé a los seis meses.
En cuanto a sus propiedades nutritivas, el aporte en proteínas es similar al de cualquier otro tipo de carne (un 20 por ciento) y contiene vitaminas de tipo B, especialmente ácido fólico y vitamina B3 o niacina. Ésta última es beneficiosa para el buen funcionamiento del cerebro, la circulación sanguínea, la formación de colágeno y la función hepática.
En cuanto a los minerales que aporta, es inferior en hierro y zinc pero superior en fósforo y potasio con respecto a las carnes rojas.
No contiene cantidades apreciables de carbohidratos y aporta ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados.
La gran ventaja del pollo es que su aporte nutritivo es muy rico, es similar al de las carnes rojas, pero contiene pocas grasas y calorías. Por cada 100 gramos de pollo, se calculan 125 calorías (sin piel).
Sus características lo convierten en un buen alimento, además de ser económico y versátil a la hora de cocinarlo.
Fuente: Bebé y mas